Desde pequeña, Andre, nacida Myriam Andrea Cisneros Linares, siempre le llamó la atención la música. Su familia la recuerda como una niña cantando y bailando frente al espejo las canciones que salían en la radio, que la hicieron crecer inspirada en cumplir ese sueño de ser cantante como los artistas que admiraba y le gustaba escuchar.

En su adolescencia se involucró en el teatro y musicales, lo que la motivó a tomar clases de canto lírico en el conservatorio de Lima donde sus maestros le dijeron que tenía potencial como soprano en la música clásica y un futuro prometedor si trabajaba duro. Estas palabras resonaron en ella y la animaron aún más en lograr sus objetivos artísticos y musicales. Andre curso brevemente estudios en la UPC para luego abrirse una oportunidad al ser aceptada como alumna en la prestigiosa escuela de música Juilliard en Nueva York. Después de un año intenso de estudios vocales, se trasladó a la universidad City University of New York donde se graduó en el 2016. Ella recuerda esos años como de aprendizaje tanto dentro como fuera de la escuela porque pudo cantar piezas clásicas como soprano en escenarios que ella había añorado estar como el famoso Carnegie Hall pero también fuera de su entorno clásico-académico, pudo ver de cerca y conectar con otros subgéneros y fusiones de la música moderna que sonaban allá,  siendo estos últimos los que sembrarían esa curiosidad en su mente por saber cómo sonaría todo lo que ella estaba escuchando con la música peruana que ella había escuchado toda su vida.

Después de graduarse, Andre se mudó a Barcelona para estudiar canto bajo la maestra Meritxell Olaya en el Conservatori LIceu hasta principios del 2019, donde decidió en poner en marcha su proyecto de fusión. Como inmigrante, como peruana y como latina, Andre cree fielmente que tenemos mucha cultura existente por exportar al extranjero, expresiones que en palabras de su propia experiencia como inmigrante en otro país, la regresa espiritualmente a estar en la tierra que ama y extraña con cada fibra de su ser mientras físicamente está lejos luchando por sus sueños, pero también cree que tenemos mucho registro sonoro que pide reinventarse, reimaginarse y fusionarse para crear nuevas experiencias que acompañen a nuestra sociedad moderna  tanto en el Perú como en el extranjero.

La primera muestra con la que lanza esta nueva propuesta se llama Tukuy Tuta, una canción original de Beyoncé fusionada al pop con cajón peruano y cantada en inglés y en quechua, que ya va acumulando buena recepción entre el público peruano y el extranjero.